Desde
que el día 16 de febrero Carlos León inauguró su exposición en el Museo Esteban
Vicente de Segovia, estaba ya en el punto de mira la lectura de poemas que
hicimos en la Librería Ícaro, el 3 del 3. La amistad entre Carlos y yo se teje
al inicio en un azar de casualidades con Francisco Calvo Serraller y Antonio
Manuel González Rodríguez. Pasados unos años ya, y dentro de una armonía de
visitas, nunca deja de sorprenderme su pintura como gesto originario de creación, poesis, fuera del alcance mimético.
Recuerdo
el día que estuve en Málaga, que fue quizá el día que más calor hizo, azotando
el terral el empuje del desierto en sus calles, algo que no impidió que la
maravillosa vándala María Jesús Fuentes nos refrescara la presentación. En
Segovia, gran nevada que deja aislada la ciudad y el afán de mucha gente por
llegar. No obstante, hay un reencuentro con los amigos de la infancia de
Valverde. Ya sabemos que la infancia es una región inextinta al olvido, así me
lo demostraron. Volveremos a encontrarnos este agosto, y a celebrarlo.
A pesar del frío y la nieve, acudieron más
personas gracias a la gestión de la Librería Ícaro, donde Noelia y Héctor trabajan
día a día para que no decaiga la afición al papel del libro. La nieve me
recordó una estrofa de Paco Caro, carissimo,
de su último y espléndido libro Locus
Poetarum: “Sabed que no es la nieve / ni el camino, / sino la forma / del
camino en la nieve…”
La infancia y más: desde la izquierda.: Santi, Jose, Ángel, Jose. |
"La nieve nos permite / marcar los pasos..." (Locus Poetarum) |