lunes, 17 de mayo de 2021

PASIONES MITOLÓGICAS

 

La oportunidad que se nos presenta con esta exposición, a nuestro entender, es ver el conjunto de las seis poesías que Tiziano pintó por encargo de Felipe II entre 1553 y 1562: Dánae, Venus y Adonis, Perseo y Andrómeda, Diana y Acteón, Diana y Calisto y El rapto de Europa (habría una séptima pintura, La muerte de Acteón, que estaba pensada como parte del ciclo, pero se pintó más tarde y nunca se entregó a Felipe II).

Hoy estamos acostumbrados a entender poesía como poema escrito, pero desde el siglo XVI al XVIII el lema horaciano ut pictura poesis servía para llamar pintores a los poetas y viceversa. Veían en los pintores, no tanto las posibilidades de representación, como las condiciones descriptivas que se daban en la poesía, y esa relación estrecha con la poesía dotaba a la pintura del prestigio de las artes liberales. Asimismo estas poesías entendidas como fábulas enlazan con el origen del mito y la mitología, entendida ésta como conjunto de relatos e imágenes míticas de una determinada cultura y sociedad. 

En el siglo XVI se consideraba que la pintura como la poesía era imitación de la acción humana y para que las invenciones del pintor fueran comparables a las del poeta debía basar sus temas en la poesía antigua o moderna o en la historia sagrada o profana, dotando a la pintura de la profundidad de contenido, se utilizaba el mito manipulando un paralelo continuo entre la contemporaneidad y la antigüedad.  

El pintor como el poeta debe conservar en el acto creativo cierto poder de juicio y discriminación selectiva. La pintura, al carecer de las posibilidades que ofrece la sucesión de palabras para narrar un hecho, ha de elegir un momento pregnante que dé verosimilitud al cuadro. El mayor o menor grado vendría por los detalles que reflejen o bien por ser capaces de concentrar el desarrollo dramático en un punto álgido que lo condense y que permita cierta invención al artista. En esta serie podemos ver momentos capturados de gran dramatismo: un encuentro fatal, el descubrimiento vergonzoso o un rapto apresurado, que muestran, aun siendo dioses y diosas, emociones humanas identificables: culpa, sorpresa, desesperación y arrepentimiento. 

A Giovanni Bellini la mitología cristiana le había servido de mediación entre humanidad y naturaleza, dando como resultado obras de carácter religioso, donde la naturaleza funde ese sentimiento cristológico, principalmente, para sublimarse en lo divino. En Bellini encontramos, entre otras, la exaltación afectiva y la visión emocionada; a Tiziano le bastará con intensificar la pincelada, el colorido (colorito) vigoroso para buscar la poesía de la naturaleza.

Tiziano investía cualquier tema que tocara de grandeza y vivo naturalismo, además las poesías tenían una carga erótica que se remontaba a la Antigüedad, fue él quien más lo celebró introduciendo en la pintura las ardientes pasiones de la vida. Su estructura tonal saca a la superficie todos los valores del espacio, con una técnica rápida cubre los grandes lienzos en extensión de color, grandes masas de colores donde una vez secas, extiende veladuras de colores fluidos, más o menos densos, mezclados con barnices transparentes y brillantes para profundizar con toques de color. La novedad inventiva de sus obras hace que desde sus inicios sus obras fueran muy solicitadas: renueva la estructura de la imagen para hacer estallar la emoción visual y renueva la técnica para comunicar con inmediatez la imagen como instantánea emotiva.

El extenso poema de Ovidio Metamorfosis fue el libro más influyente para el conocimiento de las peripecias mitológicas en el Renacimiento y las pintorescas metamorfosis amatorias reflejadas por Tiziano tuvieron una gran expansión en Europa. Ampliamente copiadas y grabadas, aunque fueran para colgarse en camerinos privados o habitaciones cercanas a los jardines, en combinación de naturaleza y mito a semejanza de los clásicos.

Si bien Pietro Aretino fue amigo de Tiziano y en sus poemas hubiera encontrado amplia motivación erótica para su obra, Tiziano desarrolla en la pintura una poética no muy diferente a la de Ariosto que había intuido el valor de la fantasía como actividad intelectiva y hace del sentimiento un modo de conocimiento:

 

Canto XIX - 36  

Fra piacer tanti, ovunque un arbor dritto

vedesse ombrare o fonte o rivo puro,

v’avea spillo o coltel súbito fitto;

così, se v’era alcun sasso men duro:

ed era fuori in mille luoghi scritto,

e così in casa in altritanti il muro,

Angelica e Medoro, in vari modi

legati insieme di diversi nodi.

 

 

Era tanto el placer, que donde había
árbol umbroso, o fuente, o cristal puro
con cuchillo o punzón leyenda hacía,
o bien sobre el guijarro menos duro;
y así escrito en mil partes se leía,
por fuera de la casa o en el muro
Angélica y Medoro, al ver de todos
ligados con mil nudos de mil modos.

 

 

 

OBRAS CONSULTADAS

 

ARGAN, Giulio Carlo, Renacimiento y Barroco. Madrid, Akal, 1987. 

ARIOSTO, Ludovico, Orlando Furioso, a cura di E. Sanguinetie M. Turchi, Garzanti, Milano 1964, 2 voll. (La traducción mezcla versión de Wikisource, Creative Commons, consultada el 15 de mayo de 2021 y la versión de D. Juan de la Pezuela. Madrid, Imprenta de A. Pérez Dubrull, 1883). 

CATÁLOGO exposición, Pasiones mitológicas: Tiziano, Veronese, Allori, Rubens, Ribera, Poussin, Vand Dyck, Velázquez. Museo Nacional del Prado, 2021. (La exposición se presentó en la National Gallery de Londres entre el 16 de marzo 2020 y 17 enero 2021, bajo el título Titian: Love, Desire, Death. Se podrá ver en el Isabella Stewart Gardner Museum de Boston entre el 12 de agosto de 2021 y 2 de enero de 2022, con el título Titian: Women, Mith and Power). 

GARCÍA GUAL, Carlos, Historia mínima de la mitología. Madrid, Turner, 2014. 

GOFFEN, Rona, Titian’s Women. New Haven y Londres, Yale University Press, 1997. 

VERNANT, Jean-Pierre, Mito y sociedad en la Grecia antigua. Madrid, Siglo XXI, 1982.