lunes, 17 de abril de 2017

POESÍA EXPERIMENTAL




MUSAC: POESÍA EXPERIMENTAL
CONSTELACIONES -  FRANCISCO PINO


CONSTELACIONES. POESÍA EXPERIMENTAL EN ESPAÑA (1963-2016)

El Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León inaugura una muestra (doble) que reúne muchas de las propuestas de poesía experimental surgidas a mediados de los años sesenta, que van a significar una renovación del lenguaje poético y una transgresión de la pintura, la música o el teatro.

Se entiende la poesía experimental como un campo que integra poesía visual, poemas-objeto o poesía concreta, que enlaza con el arte contemporáneo, las vanguardias históricas de inicios del XX… y  Stéphane Mallarmé. Con el espacio del poema en Mallarmé, podemos decir que se inician estas cuestiones de transgresión más cercanas en la experiencia histórica.

Quizá toda poesía sea experimental y la de esta exposición incorpore, además, la experimentación con las artes visuales llevando al extremo la significación lingüística, entrando en el concepto y en el campo de la filosofía del arte. Siguiendo a Gadamer parece ser que el Heidegger tardío, abandona el lenguaje de la metafísica y elabora otro semipoético para ampliar el campo hermenéutico, estableciendo un diálogo con el lector que le obligue a una traducción propia de ese lenguaje, de ese logos, para su comprensión e interpretación. Se abandona el significado objetivo inmediato para favorecer la aparición de los reflejos mentales y descubrir significados heterogéneos. Cabría pensar la Poesía Experimental como una gran fusión de horizontes entre poesis (producción de objetos) y artes (actividad práctica) donde se pone a prueba la fijación del sentido, exponiéndolos los lógoi desvinculados al contraste y equilibrando los límites de ambas partes, poesía y arte, que al combinarse, se abstienen de lo discursivo.

En esta poesía se produciría una construcción visual híbrida donde a la evidencia de la imagen le asalta una significación social que la prolonga en lo legible. Desarrollando esta vía nos vamos, pienso, demasiado lejos de lo que propone la exposición, si bien no sería desacertado una prolongación de este tipo de creación enlazada con los Estudios Visuales que resaltan las posibilidades plásticas en la poesía y otro tipo de investigaciones entre pintura y literatura (véase Henryk Markiewicz o W.J.T. Mitchell).

Más cercano aparece la poesía concreta, a la que sí hace referencia esta muestra. La poesía concreta, según dom sylvester houédard (escribe su nombre con caja baja), reduce su lenguaje al mínimo llegando a identificar el logos y el icono, dotando al poema de cinetismo al hacer que el lector supla la falta de sintaxis en la brevedad del poema, y que la información le venga dada por la tipografía, comportándose el poema, a su vez, como los pictogramas. Aunque la poesía concreta de los brasileños (de un volumen de Gomringer parece sacarse el título de esta exposición) se cita con frecuencia, también se puede aludir a los trabajos de Ian Hamilton Finlay, Pierre Garnier o Kitasono Katue, atomizan las palabras, constriñen el lenguaje donde poeta y lector coinciden en un estado de máxima comunicación y mínimas palabras.

Si la poesía concreta brasileña fue el referente (Grupo Noigandres), un primer paso, el aliento que empujó a romper con convencionalismos vino de Julio Campal, el poeta uruguayo que conectó los núcleos experimentales españoles con la vanguardia internacional. Campal inició el camino con Problemática-63 formado, entre otros, por Fernando Millán e Ignacio Gómez de Liaño.
Entre 1968 y 1975 tendría el mayor auge, en nuestro país, de la poesía experimental. Para Fernando Millán, personaje clave en la labor creadora y difusora del arte experimental, en aquellos momentos existieron siete u ocho poetas con la misma capacidad de innovación como las de cualquier poeta extranjero de su momento. Y eso no había sucedido en España desde el siglo XVII, puesto que él considera a la Generación del 27 no vanguardista sino postvanguardista. 

Brevemente podemos ver que en los años 60, nació en Madrid el grupo Zaj que planteaba la creación en el ámbito del happening introduciendo la música de acción. En 1968 murió Campal, Problemática 63 se disolvió y recogió su testigo el Grupo N.O. (Juan Carlos Aberaturi, Jokin Diez, Fernando Millán, Enrique Uribe y Jesús García Sánchez) que defendía la experimentación, la duda sistemática y la contradicción como bases creativas. También Ignacio Gómez de Liaño se había desligado de P-63, había fundado junto a Herminio Molero y Manolo Quejido la Cooperativa de Producción Artística y Artesana que proclamaba la experimentación y el ensayo para la producción artística.

Además señalar a Joan Brossa, cofundador de “Dau al set”, que aborda desde la ironía el poema encontrado, el poema objeto y el libro-obra de arte. Asimismo José Luis Castillejo desde propuestas más radicales abandona el carácter representativo del signo gráfico.

Hacia 1970 crece la difusión en España de la poesía visual o experimental con la publicación de estudios especializados, como el de Felipe Boso, desde Alemania, donde residía, publicó en la revista Akzente [Acentos] una primera antología rigurosa sobre la poesía experimental en España. En 1971 sale el collage editado por Parnaso-70, Quizá Brigitte Bardot venga a tomar una copa esta noche de Alfonso López Gradolí, de gran impacto en círculos literarios.

En los Encuentros de Pamplona en 1972 se expusieron trabajos de artistas nacionales e internacionales con propuestas de poesía de acción o poesía pública, como la de Isidoro Valcárcel Molina. Estos encuentros (26 junio - 3 julio) fueron financiados por la familia Huarte, constructores y coleccionistas que habían apoyado la actividad de Jorge Oteiza. La organización de este evento estuvo en manos de artistas, el Grupo ALEA, concretamente de Luis de Pablo y José Luis Alexanco como responsables intelectuales, se trataba de una aventura participativa donde se acercaba al público el hecho artístico. En esa época, era difícil no politizar una manifestación y ésta, entre intervenciones policiales y acusaciones personales, terminó de forma un tanto crispada, pero cabe reseñar que a través de las obras de más de 350 artistas españoles y extranjeros, se mostraron las últimas manifestaciones de la poesía visual, sonora y de acción, arte conceptual, videoarte, arte informático, plástico y musical, música electrónica, minimalista y de acción, así como cine experimental y vanguardias históricas.

En 1974, José Miguel Ullán, desde su exilio en París, editó en Madrid su libro Frases, donde experimenta con la caligrafía y también asume el papel de lector subrayando o tachando textos. Alrededor de 1975 empezó una nueva generación de artistas que sigue indagando en la experimentación. Ya en democracia Fluxus, Toro de Barro en Cuenca, Neón de Suro en Palma de Mallorca, Cuévano en Santander o Texto Poético en Valencia. En 1978, Fernando Millán publicó Mitogramas, una antología de su producción gráfica que constituye un referente al experimentalismo en España, continuando la labor de Campal en la difusión del mismo.

Un cierto reavivamiento de la poesía experimental surge desde el comienzo de los años ochenta con la publicación de diversas revistas y antologías que se pueden seguir en esta muestra con casi un centenar de artistas que reflejan los diferentes ámbitos de actuación plástica y visual. Si bien la explosión de este tipo de de poesía se inició en los sesenta, hoy artistas como Bartolomé Ferrando (Cortinaje, 1984), permanecen con sus propuestas poéticas al límite (véanse también sus ediciones en Huerga y Fierro).

La muestra consta de cinco núcleos expositivos de los que ofrecemos breve resumen:

Abismos: propone un alejamiento de lo verbal y su significación. Se potencia la grafía de las letras más allá del fonema o la semántica: Julián Alonso, Uves migratorias (s.f.),
Juan Carlos Mestre, La mujer abstracta (s.f.),

Saqueos: intervenciones sobre el lenguaje de los medios de comunicación, con abundante empleo del collage: Ignacio Gómez de Liaño, El juego de la lija (1974). Arte postal. Cartas marcadas. Vida del soneto. 

Homenajes: reinterpretaciones de diversos autores.

Extrañamientos: poesía visual y ensayos de excavación del discurso verbal. Joan Brossa, Neorealisme (1993), instalación con 18 espejos. Bartolomé Ferrando, Silencio (2016).

(in)Materiales: videopoemas y piezas audiovisuales repartidas por la exposición. Audiovisual a partir del texto Inger permutaciones (1971) y Suite atonal (1974) de Juan Eduardo Cirlot, recitado por Javier Maderuelo a partir de una producción del CCCB.

El conjunto expositivo se puede cerrar (o abrir) con  Veneno, la revista que desde 1983 con 185 números publica Francisco Aliseda, pintor, autor de poemas visuales y recitador fonético. Veneno surge, según la ficha de exposición, del interés por la poesía y las nuevas vías de expresión artística, interactuando la pintura, la música, la poesía o las artes visuales.


FRANCISCO PINO. UNA REALIDAD TAN NADA

En el recorrido por la geografía mestiza de Francisco Pino (Valladolid, 1910-2002), poeta de largo recorrido, nos tenemos que remitir a su primera poesía en el ámbito creacionista y surrealista en los años 30 del siglo XX, fundando una serie de revistas (llegarían a la decena) donde colaborarían Jorge Guillén, Federico García Lorca y Rafael Alberti. Posteriormente en Valladolid su obra poética permaneció fiel a la vanguardia histórica, dejando a un lado su naturaleza contradictoria que le lleva tanto a una fe religiosa como a una erótica poética, sus vaivenes políticos o su rigor estético que no colma y le lleva a sostener lo mismo y su contrario en un mismo texto. Así nos encontramos con una de sus consecuciones más interesantes, la poetura, una especie de pictografía anímica perseguidora de la trascendencia, que desborde la mera escritura y plasme lo efímero.

Poetura recoge poiesis, que ya hemos visto y turar que remite a durar, según nos dice en la guía de sala Alberto Santamaría, comisario de la exposición (véase, además, el artículo de Esperanza Ortega, “Francisco Pino. El poeta de los agujeros” en Experimental.I.Estudios. Marzo 2014). Papeles, recortes de prensa, letras… La exposición se centra en sus obras donde mezcla la poesía y las artes visuales, poeturas, manuscritos, mail art, stamp art, piedras pintadas… piezas experimentales a partir de los años sesenta en las cuales trata de reflejar una realidad en fuga, una realidad tan nada. 



CONSTELACIONES

CONSTELACIONES

Bartolomé Ferrando, Cortinaje, 1984.

Julián Alonso, Uves migratorias, s.f.





Gustavo Vega, Ahogado en Tú, mar, mi mar, 2000.

Ignacio Gómez de Liaño, El juego de la lija, 1974.

Julián Alonso, s.f.

Rafael Marín, Soneto quiniela, 1984.

Rafael Marín, Soneto cerillas, 1984.

Rafael Marín, Infidelidad, 2000.

Francisco Pino, Canto Diario,  1982-1994. De la serie BLOC, HOJAS AVISADAS

Francisco Pino, vista general de la exposición

Francisco Pino, Signos reconocidos, 1962-69.

Francisco Pino, poetura, libros de agujeros...

Veneno


Veneno
















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